En ella estudiamos el modelado geológico del granito que allí se produce. Sin embargo, desde entonces hemos ido observando la presencia de numerosos enebros dañados, algunos de ellos muertos o aparentemente muertos.
El enebro que hay en esta sierra es el Juniperus oxycedrus, conocido como enebro rojo o miera. Es muy fácil de reconocer. Con porte principalmente arbustivo aunque en ocasiones puede llegar a parecer un árbol no muy grande, ovoide y tupido. Sus hojas aciculares, rígidas y punzantes que presentas dos bandas blancas de estomas en su haz. Sus "falsos frutos" (las arcéstidas) son unas bolitas de color rojizo.
Pero no queremos centrarnos en este árbol si no en lo que les está ocurriendo.
Si nos fijamos bien en sus ramas, en concreto en el color de sus hojas, podremos apreciar dos tonalidades diferentes de verde. Por un lado, el propio de las hojas del enebro y otro, algo más amarillento de una planta parásita del enebro. No llama mucho la atención pero si nos fijamos detenidamente podremos ver que hay más de los que podemos ver a primera vista. De hecho hay demasiados.
Esta planta es el Arcethobium oxycedri, llamado muérdago del enebro o muérdago enano. Esta planta hemiparásita es verde lo que implica que realiza la fotosíntesis y que por lo tanto puede fabricar hidratos de carbono pero no fabrica los suficientes como para sobrevivir de forma independiente. Para suplir sus deficiencias toma nutrientes de la planta a la que parasita, el enebro rojo en este caso. De los vasos leñosos del enebro (el xilema del enebro) toma el agua y las sales minerales y de los vasos liberianos (el floema del enebro) toma azúcares elaborados por el propio enebro.
¿Cómo consigue la planta capturar los nutrientes de la planta a la que parasita?
Lo primero que tiene que desarrollar este muérdago enano es el desarrollar unos haustorios (raíces que sirven para fijarse al enebro y para absorber agua y nutrientes del xilema y del floema del mismo).
Después, las células del Arceuthobium presentan una presión osmótica superior a las del enebro. Esto provoca una derivación del flujo de los líquidos (savia bruta y sabia elaborada) del enebro, haciendo que aumenten en las ramas parasitadas. Esto provoca un aumento de nutrientes en esas ramas y el hinchamiento de las mismas, y una deficiencia de nutrientes en las ramas no parasitadas favoreciendo su deterioro en incluso su muerte.
El desajuste nutricional va debilitando al enebro hasta secarlo y provocar su muerte.
Es bueno que existan artículos así para educar a las personas que cultivan estas plantas, saber como cuidar el enebro debe ser fundamental cuando uno se dedica a ello como forma de vida.
ResponderEliminarMe alegro que te haya agradado el artículo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
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